Tres datos curiosos sobre el pan de cristal de Mercadona
Tres datos curiosos sobre el pan de cristal de Mercadona:
El pan de cristal de Mercadona es una delicia crujiente y ligera que ha ganado popularidad entre los amantes de la buena comida. Para sorprenderte aún más, aquí te presentamos tres datos curiosos sobre este producto:
- Origen: Aunque su nombre pueda llevar a pensar lo contrario, el pan de cristal no contiene cristales. Su nombre proviene de la fina capa de masa que lo recubre, similar a un cristal.
- Textura: Su textura crujiente y alveolada se logra gracias a un proceso de fermentación y cocción especial que le da esa característica única.
- Versatilidad: Este pan es ideal tanto para acompañar platos salados como para preparar deliciosos bocadillos o tostadas dulces. ¡Un verdadero todo terreno en la cocina!
Calorías del pan de cristal de Mercadona
El pan de cristal de Mercadona es una opción popular entre los consumidores por su textura crujiente y su sabor característico. En cuanto a las calorías, este tipo de pan tiende a tener un contenido calórico moderado en comparación con otros tipos de panes.
En general, un trozo de pan de cristal de Mercadona de tamaño estándar (aproximadamente 60 gramos) puede contener alrededor de 150-200 calorías, dependiendo de la receta específica y de los ingredientes utilizados en su elaboración.
Es importante tener en cuenta que las calorías del pan de cristal de Mercadona pueden variar si se agregan ingredientes adicionales como semillas, aceites o grasas durante el proceso de fabricación. Estos ingredientes pueden aumentar el contenido calórico del pan.
En cualquier caso, es recomendable consultar la información nutricional específica del producto en el envase del pan de cristal de Mercadona para obtener datos precisos sobre las calorías y otros valores nutricionales. Así se puede ajustar su consumo según las necesidades individuales de cada persona.
El origen del pan de cristal
El pan de cristal, también conocido como coca de vidre en algunas regiones, es un tipo de pan muy delgado y crujiente que se ha convertido en un clásico de la gastronomía catalana. Su origen se remonta al siglo XIX, en la región de Cataluña, en España.
Se dice que el pan de cristal surgió en la ciudad de Barcelona, donde los panaderos buscaban una forma de aprovechar al máximo la masa de pan. Así, comenzaron a estirar la masa de forma muy fina y a hornearla hasta que quedaba crujiente y dorada, creando así este tipo de pan tan característico.
El nombre de pan de cristal se debe a la textura tan fina y crujiente que adquiere una vez horneado, similar a la apariencia y fragilidad de una lámina de cristal. Su sabor es suave y ligeramente tostado, ideal para acompañar con embutidos, quesos o un buen tomate triturado.
Hoy en día, el pan de cristal se ha popularizado en muchas partes de España y se puede encontrar en panaderías y restaurantes especializados en gastronomía catalana. Su elaboración requiere de maestría y paciencia, ya que estirar la masa de forma tan fina es todo un arte.
Este pan tan especial también se ha adaptado a diferentes versiones, añadiéndole ingredientes como semillas, aceitunas o hierbas aromáticas para darle un toque extra de sabor. Su versatilidad y su textura única lo convierten en un acompañamiento perfecto para cualquier comida.
El pan del Mercadona es elaborado por proveedores locales
El pan del Mercadona es uno de los productos más populares entre los clientes de esta cadena de supermercados. Una de las características que lo distingue es que es elaborado por proveedores locales, lo que garantiza frescura y calidad en cada unidad.
Los proveedores locales son parte fundamental de la filosofía de Mercadona, ya que la empresa busca apoyar a la economía regional y promover el comercio justo. Esto se traduce en una relación cercana entre el supermercado y los productores de pan, lo que a su vez se refleja en la frescura y variedad de los productos ofrecidos en las tiendas.
Además, al trabajar con proveedores locales, Mercadona contribuye al desarrollo de las comunidades donde opera, generando empleo y fomentando la sostenibilidad en la cadena de suministro. Esta apuesta por lo local se refleja en la confianza que los clientes depositan en la calidad de los productos, como es el caso del pan, que es uno de los productos estrella de la marca.
La elección de proveedores locales para la elaboración del pan no solo beneficia a la cadena de supermercados y a los productores, sino que también repercute positivamente en los consumidores, que pueden disfrutar de un producto fresco, elaborado con ingredientes de calidad y con un sabor único.
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